lunes, 27 de octubre de 2008

Reflexión sobre las "EX" una historia común en la vida de cualquier hombre

Hace unos cinco años escribí esto, lo encontré en uno de mis cds de archivos viejos y me pareció "publicable", creo que es la historia de muchos:

La ex, ese personaje que aparece entre sueños y borracheras, la que nos quitó el sueño y a veces quisiéramos volver a besar.

La ex, la que se casó y ya tiene un hijo, a la que le dicen que su retoño se parece a uno.

La ex, la que todos quisimos y soñamos un día, la que fue la heroína de los cuentos más cursis de nuestra primera juventud, esa mujer de cara perfecta, cuerpo perfecto, risa perfecta, a la que nunca logramos descubrir un defecto o un toque de humanidad.

Esa mujer de alto vuelo y dientes de diamante, la musa de este párrafo, la que ganó espacio en varios centímetros de neuronas, esa que nos despertó del letargo de la acción sexual y nos sacó a pasear de la mano por el sendero de los placeres más carnales que se pueda encontrar, la ex, la que sabía como y cuando. Ella, la que llegaba encendía la fogata y se regresaba a su guarida dejando todo incendiado, esa mujer de lejos, leyenda viviente, personaje de la historia que mantiene fresca su imagen y su mirada.

La ex, la que nunca se entendió porque, cuando y como, simplemente vino, vió, venció y se retiró rápidamente a hacerle soñar a otro y a vivir su vida de leyenda pasada sin que los demás sepan que es una historia imborrable y un aire de recuerdo que a veces te hace sudar las pupilas.

jueves, 16 de octubre de 2008

LLUVIA

Las aguas de Octubre van llegando, desde el 5 o 6 del mes los rayos revientan contra el Pichincha, mientras las gotas de granizo enfrían el pasto de La Carolina.
Gris el Cielo, blancas las paredes de la Catedral, el centro regresa a su tiempo Colonial, las gentes en la calle se abrigan con plástico y paraguas.
Los buses se atrancan en el tráfico, el agua corre por los cascos blancos de los policías.
Los billetes de lotería y los peródicos se mojan, borrando las malas noticias y los augurios de buena fortuna.
La ciudad está dentro de una lavadora, dando sus vueltas de diario sin jabón solo con el golpeteo de los pasos de la gente.
El agua purifica el valle de Quito, llueve duro y lloverá más...